Matices de una historia en 26

Viva el 26 julio!
Viva el 26 julio!

Por Katy Cruz
Hojear el pasado histórico de Cuba despierta una amalgama de sentimientos hacia aquellos que la escribieron, hombres y mujeres que grabaron con sus ideales y hazañas la esencia de la libertad, el sacrificio, el amor hacia la patria, la voluntad de hacer revolución.
Un torrente de episodios nos revela la heroicidad de muchos de esos héroes como José Martí, cubano cuyo legado sembró una ideología apegada a la emancipación, el antimperialismo, el patriotismo. Sus ideas crearon la luz que guió a Fidel Castro y un grupo de jóvenes a reclamar el derecho a hacer de Cuba una nación diferente que desterrara los males de la época.
Así llegó el 26 de julio de 1953 como un viento justiciero, un sol de ilusiones, un coro de voces y brazos en pos de la liberación. El día y sus hechos avivaron al pueblo dándole fuerzas y razones para decir basta a la injusticia y expulsar a la tiranía imperante.
La gesta del Moncada no cumplió su cometido en aquella fecha pero impulsó a cada cubano a darle sentido a su vida y a la madre patria, hecho que se concretó con el triunfo revolucionario el 1 de enero de 1959 y anima el espíritu de las nuevas generaciones a escribir otras páginas como digno homenaje a sus antecesores.
Los jóvenes de hoy son los que hacen revolución desde sus puestos de estudio y de trabajo y multiplican los ejemplos Martí, Fidel, Abel Santamaría, Frank País, Mario Muñoz Monroy, Haydée, Melba y otros protagonistas del suceso que incitó a los cubanos a “Sentir en lo hondo la sed enfurecida de la patria”, como expresan los versos del poeta del 26, Raúl Gómez García, su último poema a la patria.

Plaza de la Revolución de Guantánamo, un pedacito de historia

Plaza de la Revolución en Guantánamo
El 26 de julio de 2012 arriba a su 27 cumpleaños este sitio histórico

Por Katy Cruz
Atípica e impresionante como la reina mambisa de Cuba sobresale la Plaza Mariana Grajales Coello entre las obras de esta tierra entre ríos llena de hombres y mujeres que saben empinarse y alzar las voces de la dignidad, la justicia y la solidaridad.
Su arquitectura asoma diseños similares al estilo colonial del siglo 19 y un conjunto escultórico impone a su altura de 15 metros ser observado y recorrer en sus paredes una historia de lucha de cien años mediante frases, nombres y figuras como la madre de Los Maceo, Pedro Agustín Pérez, y el líder de nuestra revolución Fidel Castro Ruz.
Testigo de incontables desfiles, tribunas, eventos teóricos y científicos, encuentros, graduaciones, ofrendas florales y visitas de personalidades, la Plaza Mariana Grajales abre sus brazos y alma a guantanameros, cubanos y extranjeros que la visitan.
La distinguen las peculiaridades de haber surgido a través de un concurso que premió la idea del arquitecto holguinero Rómulo Fernández y la música del pianista Frank Fernández, el convertirse en la primera Plaza de la Revolución del país con nombre de mujer además de permitir el trasiego de los guantanameros hacia varias partes de la ciudad.
En su interior, tres salones: de conciertos, reuniones y protocolo, recintos que acogen múltiples propuestas para el intercambio de saberes, la exposición de obras de artes plásticas, la apreciación de música en vivo y la cortesía a invitados.
Casi cumple 27 años este impresionante sitio considerado Monumento local y sus archivos atesoran recuerdos de su inauguración aquel 26 de julio de 1985 con la presencia del comandante en Jefe Fidel Castro quien regresara 10 años después cuando Guantánamo ganó por segunda vez la sede del Acto central en recordación a la gesta del Moncada.
Varias instantáneas rememoran las visitas del entonces Ministro De las Fuerzas Armadas Revolucionarias Raúl Castro Ruz, el actual Vicepresidente del Consejo de Estado José Ramón Machado Ventura y el Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, quienes recibieron allí La Fama, símbolo de la ciudad de Guantánamo.
El empeño y pasión de los cubanos hacia su patria libre se revelan como tema central del proyecto y destacan la idiosincracia, historia y cultura de esta región oriental, escenario de rebeldía en la sublevación indígena en Cuba, del alzamiento en la Finca La Confianza en 1895 y las luchas clandestinas.
Maravilla arquitectónica, mejor institución del centro provincial del patrimonio cultural, la estatuilla de La Fama, reconocimientos por la obra de toda la vida, son algunos de los méritos de esta plaza, orgullo guantanamero.
En sus pórticos, salones y entorno han estado personalidades como Yuri Romanenco, Armando Hart, Vilma Espín, la reconocida pacifista Cindy Sheehan, Elián, altos Oficiales del Ejército Oriental, Ministros y Vice- Ministros de toda Cuba, mientras que artistas como el bailarín y coreógrafo español Antonio Gades han regalado sus pasos y alegría. Sara González, Brian Hui, Los Van Van, Manolito Simonet, entre otros músicos, brindaron conciertos al público de la provincia en la emblemática Plaza Mariana Grajales.
Una nueva inversión retoca su imagen con la creación del Bosque de la amistad plantado con framboyanes, también se sustituyen el sistema de audio centralizado, luminarias y carpintería de salones, además de la climatización de la sala de reuniones.
Este 26 de julio será diferente: exhibirá una plaza con nuevo confort y belleza, nuevos murales pictóricos que sustituyen los anteriores del artista Ernesto García Peña por otros que ofrecen una mirada artística de las diferentes etapas de la Revolución cubana y muestran a un Guantánamo que defiende los ideales de siempre y apuesta por un futuro de esperanza y paz.
El rostro de Mariana tallado en la piedra de uno de los pórticos de la plaza estará observando nuevamente a cada guantanamero celebrar su 26 de julio, su espíritu y legado los convidará a empinarse una vez más como las palmas y reafirmar que en esta tierra se multiplican los Titanes y las Marianas.

“Los Guaracheritos del Caribe”: show inolvidable

Guaracheritos del Caribe
Guaracheritos del Caribe

Por Katy Cruz
Suena una corneta china, al unísono y en perfecto acople se unen campana, tambores, trompetas y platillos…La sangre arde, sentimientos ocultos se revelan y empujan al baile.
Vienen ya Los guaracheritos del Caribe: niños, niñas y adolescentes de una de las zonas más populosas de Guantánamo ataviados de forma multicolor y desbordantes de una alegría seductora que no solo incluye sonrisas pues el cuerpo y sus contorsiones lo dicen todo.
El singular y joven cuerpo de baile de la comparsa lo conforman unas 60 parejas que son captados desde escuelas y barrios aledaños al Reparto Caribe de la ciudad capital, un trabajo comunitario que permite fortalecer valores en niños y jovencitos que proceden de familias disfuncionales, algunos de ellos con problemas conductuales e incluso discapacitados como es el caso de Vanessa Pérez, una pequeña que padece Síndrome de Down.
Este proyecto, surgido hace trece años, lo soñó Mirelis Rodríguez Rodríguez, un alma artística cuya labor como promotora cultural es reconocida en la provincia. Bautizada bajo el seudónimo de “La loca”, esta guantanamera de pura cepa se acoge al refrán de que para lograr cosas grandes hay que ser músico, poeta y loco. ¿Resultado? Un talento especial para enseñar la magia de la danza y hacer brillar su comparsa en cada desfile carnavalesco o fiesta popular en comunidades urbanas y rurales de esta región oriental de Cuba.
“La comparsa ha sido una entrega de amor de ambas partes y todos salimos ganando. Yo vivo enamorada de mi trabajo y ellos gozan los bailes que les enseño e incluso crean nuevos movimientos que aprovechamos en las presentaciones”

Junto a “Los Guaracheritos del Caribe” están los músicos de la Conga “Negro Fino”, quienes arrasan con el premio a la popularidad en cada fiesta carnavalesca del territorio por los ritmos contagiosos que producen y el apego a las tradiciones del género, nacido en Cuba en el siglo 19 como forma de expresar la tristeza, alegrías y deseos de la masa esclava durante el régimen colonial.
El show de estos singulares danzarines comienza y las miradas se concentran en apreciar su desenvolvimiento en coreografías que simulan figuras como el caracol, el rombo, la serpentina, la cadena, la culebra y la estrella, movimientos propios de cada comparsa matizados por la creatividad de sus directores y bailarines.
La comparsa infantil, cuenta Mirelis, ha contribuido a la formación de instructores de arte y bailarines profesionales de la provincia y cita a su hijo biológico Keyler Blanco además de otros hijos, exalumnos comparseros como Enier Pérez, Olaisis Fernández, Marcelino Vera, entre otros.
“Estoy orgullosa de los resultados de mi trabajo (confiesa esta mujer que sobrepasa los cuarenta años físicos pero muestra unos treinta en agilidad, dinamismo y dedicación) Yo sueno un silbato y los niños me siguen. Cuando llegamos a algún sitio a bailar la alegría se percibe en cada rostro, porque saben que bailando lo damos todo. Le aportamos alegría y cultura al pueblo y somos los más aplaudidos. Antes, las comparsas “La Caoba” y “la Loma” eran las mejores, pero desde el año 1998 que la creamos, los mejores, somos nosotros”
La auténtica representación de la comparsa guantanamera “Los guaracheritos del Caribe”, su ajuste al tema que preserva las raíces africanas, el diseño de su vestuario y excelentes bailes, confirman los reconocimientos hace más de una década, entre ellos el Gran Premio en las cabalgatas carnavalescas, lauros en apartados de mejores caperos, rumberas, Atrezzo, comparsa y diseño coreográfico.
No obstante, Mirelis Rodríguez fantasea con tener también una conga porque depende de “Negro Fino”
“Ese es mi mayor reto, si pudiéramos conseguir los instrumentos que lleva lo convertiría en un hecho, porque hallar músicos es fácil. Por ahora me tengo que conformar con recibir el apoyo de la emblemática conga de “Negro Fino” y ellos a su vez aseguran el relevo de su grupo con mis muchachos”
Los guaracheritos sudan, ríen, hacen piruetas, gozan cada baile y casi al concluir invitan al público a que dance con ellos.
En otros tiempos los negros bailaban en comparsas en un grito expresivo por ser escuchados y respetados, hoy, los guaracheritos dan una visión de Guantánamo, de Cuba, manifiestan sin palabras la felicidad de sus vidas y la regalan a todo el que disfruta cada espectáculo, un ritual folklórico que combina historia, tradición, costumbres y fantasía.