Inició Festival del Changüí en Guantánamo: una fiesta de tradiciones

El Changüí nació en el siglo XIX cuando varias familias crearon la tradición de reunirse en parejas en fiestas que no tenían fin. Zonas de Yateras, El Salvador, Manuel Tames y Guantánamo se registran como instauradoras del baile y la música. La fiesta iniciaba apenas aparecía un tresero, bongosero y luego la incorporación de instrumentos como la marímbula, el guayo y las maracas.
Alegría y muchas energías positivas unían a aquellas personas que compartían además el puerco asado y el rico ron cubano.
Así, se convirtió en una forma de festejo popular que reunía a los amantes del Changüí y que hasta nuestros días desarrolla competencias entre grupos changüiceros. Esta blog comparte contigo hoy imágenes del comienzo de la VI Edición del Festival dedicado a ese género musicodanzario…también te regalamos la canción Reina el Changüí, tema compuesto por uno de mis colegas, el periodista Geobanis Ramírez Rojas la cual se presentará en el concurso de este evento…
Género: Changüí de monte
Entre la timba y el reggaetón
Están haciendo un convenio
Para olvidar al changüí
Y echarle rumba con el tres.
Pero qué dichoso
Se puso mi ritmo
Que cuando suena en la loma
Le pone el mundo al revés.
A un lado la timba con el reggaetón
Coro: Reina el changüí en toda la nación.

Regina.
En Yateras yo aprendí
Hablando con mis ancestros
Que si tocamos changüí
Defenderemos lo nuestro.
El changüí a la tradición
De mi tierra guantanamera
Y ni timba, ni reggaetón
Van a cambiar mi manera.
Por eso:
Coro: reina el changüí.

Presentan libro «El hueso en el papel»

Cubierta EL HUESO EN EL PAPEL
Cubierta EL HUESO EN EL PAPEL
Por: Martha Reyes
La novela de la realidad, es la definición que da el periodista santiaguero Reinaldo Cedeño Pineda a entrevistas, crónicas y otras miradas al ser humano, en su libro EL HUESO EN EL PAPEL, presentado este lunes en la casa guantanamera de la prensa.

Frente a colegas del semanario VENCEREMOS, donde realizara su servicio social hace veinte años, el poeta y escritor rememoró las primeras incursiones reporteriles en el territorio, donde cubrió diversos sectores que marcaron la vida profesional y están reflejadas al cierre del texto.

El compendio de trabajos publicados en distintas etapas, realza la crónica como género periodístico mayor, al derrochar elegancia frente a Alicia Alonso, Gabriel García Márquez, Florentina Boti, José Soler Puig y otras personalidades de quienes logra inéditas declaraciones.

Durante la presentación de la obra, Aidée León Moya, Subdirectora del periódico, dijo que Cedeño, posee numerosos premios y reconocimientos en su brillante carrera, ejercida en el Sierra Maestra de Santiago de Cuba, Radio Siboney, donde labora y por el impacto de su blog personal “La Isla y la Espina”

Asistieron también a la Casa de la Prensa la novelista Ana Luz García Calzada, el poeta Alex Ruiz, Karelsy Falcón, Presidenta Provincial de la Asociación Hermanos Saíz, familiares y amigos del autor, quienes coincidieron en que el grueso del libro está escrito desde Santiago, pero abierto a la Isla completa.

José Llamos Camejo, Presidente Provincial de la Unión de Periodistas de Cuba, anunció que momentos tan especiales como la presentación de las crónicas El hueso en el papel, forman parte de actividades previas al Octavo Congreso de la organización y continuarán con otras novedades el próximo viernes.

El Güije, Rey de los Mitos Cubanos

Güije
Güije

La mitología cubana tiene su personaje mayor en el güije, ser fantástico que habita en lagunas y ríos. De pequeña estatura, el geniecillo antillano es descrito como un enano de piel negra, ojos saltones y dientes afilados. Larga y enmarañada es la cabellera del patizambo duende conocido como jigüe en la parte oriental del país.
Más veloces que los caballos, poseedores de gran fuerza y capaces de saltar a gran altura, esos míticos seres pueden aparecer o esfumarse en un santiamén.
Los historiadores cubanos José Luciano Franco y José Rafael Lauzán coincidieron en afirmar que los güijes fueron creados por los colonizadores españoles para asustar a los niños y evitar que se bañaran a su antojo en los ríos y lagunatos de Cuba. La ignorancia hizo que esa ficción se arraigara en los adultos, quienes la difundieron.
El imaginario popular ofrece varias versiones acerca del origen de los escurridizos y traviesos güijes.
Según una de ellas, esos fantásticos seres llegaron a la mayor de Las Antillas encerrados en una botija traída desde África en un navío portugués dedicado al comercio de esclavos. Al ser bajado a tierra firme, el recipiente de barro se rompió y los diablillos quedaron en libertad.
Al ver a los quejumbrosos africanos encadenados y tirados en la costa, los güijes se asustaron y huyeron a los montes. Al igual que en suelo africano, fijaron su morada en ríos y lagunas.
Los humanos son el blanco de las travesuras y terribles bromas hechas por estos gnomos antillanos que, según el imaginario popular, tienen sus predilecciones. Si bien todos los guijes son amantes de las frutas maduras, la carne de cerdo cocida y el dulce de guayaba, también los hay adictos al ron. Se afirma que rechazan el tabaco.
Retozones y burlones, excepcionalmente malignos o sanguinarios, todos son muy enamoradizos y lascivos.
Numerosos son los cuentos referidos a aquellos que, desde su acuático escondite, fisgoneaban a las mujeres que iban a lavar o bañarse en los ríos.
Las jóvenes y hermosas jamás eran molestadas por los duendes caribeños, pero si las féminas eran poco agraciadas, los diablillos removían el lodo y multiplicaban maldades hasta hacerlas salir del agua.
Aunque en los relatos de Cuba acapara protagonismo el güije del río La Bajada, quien hizo de las suyas durante el siglo XVIII en el villaclareño poblado de Remedios, la memoria popular también guarda historias fantasiosas referidas a güijes justicieros que ayudaron a los esclavos fugitivos a evadir la persecución de los rancheadores.
No faltan narraciones en las cuales el enano de piel negra y horrible imagen irrumpía en fiestas campesinas. Tras la huida de los asistentes al festejo, el goloso güije robaba comestibles y bebidas que trasladaban a su madriguera.
Noctámbulo era el que fijó su refugio en el río Yayabo de la villa de Sancti Spíritus. Según la tradición oral, en las noches de luna llena el enanillo burlón solía presentarse en el puente de esa vía fluvial para asustar a transeúntes.
Gran figura de los mitos cubanos, el duende moreno está presente en las manifestaciones artísticas nacionales.
Si el poeta Nicolás Guillén lo muestra cruel y sanguinario en la “Balada del güije”, el escritor Francisco Robaina Alquimbau tiene en “La leyenda del güije” una de sus principales obras.
En su libro “Mitología cubana”, el escritor Samuel Feijóo recoge numerosas historias escuchadas en zonas rurales y referidas a ese hijo de la fantasía también recreado en lienzos por los pintores Marcelo González y Juan Rodríguez Paz, conocido como “El Monje”.
El 16 de diciembre de 1965 el primer bailarín y profesor de danza Alberto Alonso estrenó su ballet “El güije”, una de las grandes creaciones coreográficas cubanas.
Al duendecillo de las aguas dulces cantó el trovador Silvio Rodríguez en su pieza “El güije de la soledad”, que en sus últimas estrofas expresa:
Del fondo soy de la laguna fría
donde la novia de la noche va
a deshacerse en platería
sobre mis aguas de oscuridad.

Soy sobresalto de los imprudentes
que se extravían en su trasnochar
y, aunque no soy heraldo de la muerte,
yo soy un güije de la soledad

Mundo anacrónico

mundo desigual
mundo desigual
Tomado de Cubadebate
Estremece mirar los alrededores. La irracionalidad, las injusticias y la estupidez están ganando la batalla. La mente humana, fruto hermoso de la evolución, se desperdicia y pierde por la ambición y la desidia. A las alturas del siglo XXI, el hombre es cada vez más enemigo del hombre.

Los que sobran. Perecen como moscas en el cuerno africano. Son casi 100 mil hombres, mujeres y niños los que han muerto desde abril del 2011 en el desierto del Sahel y los alrededores, aniquilados por el hambre y la sequía, a la vista de un mundo que los mira y pasa de largo.

Condenados a ese destino de exclusión están también los más de 200 millones de personas que carecen de empleo alrededor del orbe. La crisis amenaza con ampliar esa grande y bochornosa cifra. Al terminar este año 6 millones de ciudadanos más habrán perdido su trabajo. Otros 5 millones se prevé corran igual suerte en el 2013.

Los desesperados. El colapso económico los empujó hasta allí, al puro abismo. Prefirieron la muerte a la humillación. Más de 1700 griegos se suicidaron por tal razón en los dos últimos años. En Italia, los darios repiten titulares que hablan del pequeño empresario que se tiró ante las ruedas de un tren, o del trabajador autónomo y el desempleado que se ahorcaron, agobiados por las deudas y la falta de salidas. “El suicidio se convierte en gesto de rebeldía contra un sistema sordo e insensible que no acierta a entender la gravedad de la situación”, dice a la prensa un líder de los pequeños empresarios romanos.

Los que lucran. En estos tiempos absurdos las mafias florecen. La incapacidad de gobiernos y gobernantes es campo fértil para expandir sus negocios. Trafican drogas, seres humanos, órganos, armas. El sector criminal genera unos 21 millones de millones de dólares anualmente. Tal cifra los convierte en una de las 20 principales economías del mundo. ¿Serán invitados sus capos a la próxima reunión del G-20?

Los que ganan. Son los mismos de siempre. Los multimillonarios de lujosas residencias, jet privados y hasta minisubmarinos. Los que manejan los hilos de las finanzas, la economía y la política. Los que consumen hasta la indecencia. A la crisis que cercenó ingresos y ahorros de las mayorías, ellos le han sacado provecho. En un Reino Unido sumido en la recesión, los mil personajes más ricos de la nación aumentaron el monto combinado de sus fortunas en el 2011 hasta niveles récords. Más de 414 mil millones de libras esterlinas se amasan en tan pocas manos. Así sucede en Francia, España, Italia, Estados Unidos.

El mundo necesita un sacudón. Así lo clamaron millones ayer en todo el orbe durante las celebraciones del Primero de Mayo. Los que sobran no son los seres humanos, sino la avaricia, el desmedido consumo, el individualismo feroz, el absoluto reino del capital. Hace falta una carga universal contra los bribones.