Por Katy 
En la antigua Roma, se dice, nacieron los días dedicados al amor en honor al semidiós griego de los pastores y rebaños Fauno Luperco, personaje conocido también como Dios de la fertilidad y la sexualidad masculina. El Papa Gelasio I prohibió aquellas fiestas paganas donde la sangre y los latigazos eran instrumentos de purificación para quienes las visitaban, principalmente a las mujeres pues se decía que azotarlas aumentaba su fertilidad. En su lugar, se creó una versión cristiana aderezada con el romance para celebrar el 14 de febrero, esta vez, a nombre de San Valentín.
Y es que este Patrón de los enamorados, en la antigüedad, desobedeció las órdenes del emperador romano Claudio II en el año270 DC y casaba en secreto a las parejas, hecho que lo llevó a la muerte y le confirió, más tarde, el seudónimo de Santo del amor.
Ya en el siglo 18 reaparece en la mitología romana un nuevo Cupido representado como niño inquieto, travieso, armado con arco y flechas para disparar amor a tropel y hacer florecer sentimientos. La venda en sus ojos convierte al amor ciego.
En la actualidad el 14 de febrero es un día matizado por tradiciones que varían según cada pueblo prefiera y admite celebrar el amor y la amistad entre las personas.
Así, en Gran Bretaña y Francia se intercambian postales, regalos y cartas de amor, en lugares de América Latina es típica la tradición del “amigo secreto”, la entrega de flores u obsequios a las mujeres como muestra de cariño especial, cenas íntimas entre parejas o incluso amigos mientras que Japón destaca la peculiaridad de que son las mujeres quienes regalan chocolates a los hombres.
No importa a cuál tradición te aferres tú, sino que no olvides en este día profesar tu cariño y admiración a quienes amas una vez más. Ser cómplice eterno de la palabra dulce, el guiño travieso, la mirada hermosa. Reinventar una fórmula que preserve el amor, mantenga despierta la primavera, rehúya a la monotonía y abra paso al más universal de los sentimientos: ese que es capaz siempre de mover este mundo, nuestro mundo.
Sus Huellas 
Linda historia, ojala siempre honremos a San Valentin entregando amor en todo lo que hacemos.
Esta vez vi a muchas personas comprando flores, rosas hermosas para sus parejas, algo que estaba un tin olvidado, quizás haya una resurrección de sentimientos y gestos amorosos. Ojalá nunca nos falten razones para amar.